Una rubia de Azul..

Annita.-

Octubre 2016.-

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definición miedo:

 Del lat. metus ‘temor’. Angustia por un riesgo o daño real o imaginario.

      Terror, temor, pavor, recelo, aprensión, alarma, susto, etc., son algunos de los sinónimos de miedo, pero lo que realmente siento es una angustia inmensa acompañada de un terror espantoso. Que cuando estás en una etapa final de tu vida, en uno de esos puntos y aparte, nunca ves que llegue el final. Pero lo realmente complicado, lo realmente duro, es comenzar la nueva etapa, esa que con tantas ilusiones llevabas tanto tiempo aguardando, eso es lo que te paraliza, el estar seguro o no, de que elegiste la mejor opción, asúmelo, te has tirado a la piscina sin asomarte al borde para comprobar si había tan siquiera agua, y asúmelo también, quizás no fue la opción más segura, quizás fue la mas descabellada de todas tus ideas, pero ambos sabemos que permanecer en lado cómodo, en lo fácil, nunca fue tu estilo.

Que el miedo es libre, que equivocarse…de humanos, que solo se aprende de las experiencias, que sin lo malo de la vida, de las cosas o personas, no seríamos capaces de apreciar la parte buena, y un millón más de frases motivadores nos encontramos en nuestro día a día, pero ninguna de ellas te da la fórmula correcta, o mas bien las palabras exactas que ahuyentan todos esos temores de tu mente, y que te permitan saborear el despegue hacia una nueva etapa, ya sea una caída más que sumar, o un rotundo acierto.

     Vivir en una agonía, esperando la constante aprobación de otras personas, o intentando complacer las expectativas que otros tienen de ti, es lo que te sume en ese estado paranoico, que te hace dudar de todo, de lo que puedes o no hacer, hace que dejes de creer en ti, en tu poder no solo para soñar, si no que para llevar a cabo esos sueños, para ser libre sin dar explicaciones. Vivimos condicionados por unos cánones que se nos impusieron un día determinado, y salirse de ellos conlleva ser un ser diferente, conlleva que te tachen de raro, de inconsciente o incluso de loco. Vivir condicionado por lo que otros esperan de ti, no es vivir, es aceptar una sumisión, es mostrar debilidad, y falta de consciencia. Llegamos a este mundo par dejar constancia, unos dejarán huella y pasarán a los anales de la historia, y otros, la mayoría, simplemente pasarán por este mundo dejando una estela efímera que con el transcurso del tiempo expirará, pero todos nos iremos como llegamos, con los días contados y una vida por vivir.

  Dime, ¿cual quieres que sea tu vida?.

 

 

Y hoy buceando por las redes sociales he leído una publicación sobre el reto del amor en los días que corren, en estos días que si no estás en alguna supermega red omnipresente, no eres nada. Leyéndolo me he percatado de varias cosas, la primera, es que los blogs si se leen, la segunda, que el talento y la cordura no van de la mano de la edad, y la tercera, es que pensé que yo era el único ser raro del planeta, que se percataba de lo difícil y costoso que es el amor en tiempos de twitter, tinder, facebook, instagram, etc, etc.

Yo personalmente, estoy cansada de tanta presión informática, me supera, me superan las relaciones cibernéticas, los rasca y gana de: «me gusta tu foto» y las frases tan ingeniosas por mensaje privado tales como: » Que guapa eres. Follamos?», eso sí, no exentas de mas faltas de ortografía que letras contienen las frases, de esas que hacen daño a la vista. En fín que a esto es a lo que hoy llamamos relación, o amor o yo que se lo que es… Que si respondes inmediatamente a un mensaje, eres fácil, si pasas del tema, por falta de interes del interlocutor eres una creida. Que si pregustas que tal el día, eres una pesada y llegas a estar hasta desesperad…ahí nada.. Y si por el contrario te muestras prudente sensata y distante es que eres una pedante, en fín que a mi entre que se me escapa todo este mundillo y que me aburre, todo se me hace uno.

Creo en eso del arriesgar y ganar ( o perder), que los No, vienen de serie, pero arriesgar en persona, en un tu a tu, en un café compartido, unas cañas o unos vinos. En percibr las sensaciones de quién te habla y en en dejar que perciba las tuyas. Disfrutar los momentos sin dejar que todo se complique sin necesidad, ser reales como lo eramos en nuestra infancia, en ser sinceros y leales a nosotros mismos… Que sí, que siempre habrá quién no lo sea, pero eso es la ventaja del cara a cara, que POR MUCHO QUE TE  empeñes en ser algo que no eres (en mentir), con el tiempo acabas mostrando tu verdadera cara y tu verdadera naturaleza, lo que viene a ser en el refranero popular » se coje antes a un mentiroso que aun cojo». De lo poco o mucho que he aprendido de la vida la más valiosa es tiempo al tiempo,que todos necesitamos nuestro tiempo, tiempo para conocer a las personas, tiempo para reconocer tus sentimientos, tiempo para el amor, que eso no sucede de undía para otro, y mucho menos de un mensaje para otro.

Annita .-

1 Septiembre  ´16

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Quisiera tener la luna, quisiera no tener miedo, quisiera no dudar. Y en un mundo perfecto, los sueños serían realidades con las que se amanecería en cada nuevo despertar. 

Y hoy quiero soñar y quiero que la luna sea mía, y no tener que decidir entre elegir el corazón o la razón, y que cada despertar sea oliendo a café recién hecho, a tierra mojada y a otoño. Y dejar atrás a ti, a El, a ella, a todas esas personas que poco o nada tienen que ver conmigo, y que roban mis ganas de soñar. 

Y quiero crecer de una maldita vez, que los años se pasan uno tras otro, deprisa, difíciles, sin sentido e incesantes. Dejo a mis espaldas tras estos años, un montón de mudanzas, idas y venidas en trabajos de los que desisto por aburrimiento, personas que me han aportado valiosas lecciones, pero que de no haberlas conocido no hubiese perdido NADA, compañer@s de trabajo, jefes con los que compartir un café o una copa y amigas de las buenas, de esas que a pesar de lo malo, mereció la pena, relaciones de pareja muy buenas y otra no tanto, y alguna que fue una basura, que si no hubiese sucedido, tampoco hubiese pasado NADA…en fin he estado ocupada viviendo, viviendo de aquí para allá.

ENTERATE, QUE QUIERO SOÑAR, QUE VOY A PERMITIRME SOÑAR, QUE SOÑARE Y NO DESPERTARE, QUE MIS SUEÑOS SERÁN MI VIDA.

No más vivir por vivir, ni relaciones vacías sin sentido, ni sueños por cumplir, ni noches en blanco, ni mañas sin café, ni miedo ni dolor.

annita.

Septiembre 2016

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       29 de Agosto. Hoy es 29 de Agosto, y tengo la sensación de que en algún momento de mi pasado éste ha sido un día importante o especial, tengo la sensación de haberme olvidado de algo.. y ¿sabes qué?, pues que no importa. Que los recuerdos importantes no se evaporan en el tiempo, que los malos momentos realmente si que se olvidan con el paso del tiempo, y que unos y otros dan paso cada día, a cada momento, a recuerdos nuevos. 

     Y aquí estoy un veintinueve de Agosto pensando en septiembre y en lo que pasará, que el verano se me ha pasado, y aunque haya sido un verano diferente, no exento de mucho trabajo ya lo hemos liquidado, y ahora toca saber que va a pasar con el futuro. Pensé tenerlo todo atado, todo en su sitio, ir pasito a paso que es como siempre me han dicho que se hacen las cosas, pero de repente llega un día, una idea, una bombilla que se enciende y un fusible que se apaga, y te lo replantees todo, no estás segura de cual es el mejor camino, de no equivocarse y de no ser una insensata, solo eres consciente de lo que te apasiona, pero ambas siguen  direcciones opuestas…y como saber si la que escoges es la acertada. Quién responde tus preguntas cuando tu no eres capaz de ver la respuesta correcta, quién te dice lo que hacer cuando te ves sumergida en un mar de dudas, cuando los pensamientos se acumulan en tu mente, provocando un cataclismo. Quién me da la respuesta ganadora…¿serás tu?.

5 mayo ´16

Annie

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     Te veo cruzar la puerta… y ya ves…aquí estamos, un año después.

Misma situación, misma implicación, diferentes expectativas, diferentes deseos, diferentes sentimientos.

     Que rara la vida, que hace que des vueltas, que gires como una muñequita de ballet sin saber muy bien el motivo.

     Que rara la vida, que nos vuelve a unir un año después.

  Y quizás así esté bien, porque no somos un cuento de hadas, no somos un príncipe ni una princesa, no somos cumpleaños feliz, ni cenas románticas, ni flores en San Valentín. Somos tú y yo, sólo, sin más. Sin compromisos, sin explicaciones, sin pretensiones de nada más. Somos ese momento fugaz que ya pasó, y así me parece casi perfecto.

Pero lo  que sucede conmigo, es que siempre quiero más, quiero que seas ese por quién me lance al vacío, el que haga que mis “yo nunca “ y mis “yo, que va” se esfumen. El que me rompa de todas las formas posibles, sin tocarme el corazón. Que me hagas vibrar una y mil veces, que todas las noches sean estrelladas y que los amaneceres nos sorprendan entre risas y bostezos, entre besos y caricias, entre la complicidad y la pasión.

   Quiero que seas ese, por el cual me vuelva lanzar sin red, que entre miedo y miedo se nos va la vida, y prefiero acumular experiencias a temores.

Atrévete a desordenarme la vida, a que te desordene la tuya, que dé el corazón ya hablaremos más adelante. Atrévete a vivir este instante, sin pensar, sólo arriesga.

No hablemos de amor, no hablemos de dar lo que aún no estamos preparados para soportar, no pongamos título ni precio, no estropeemos el instante porque si hemos de arriesgar, si hemos de tirarnos a la piscina, lo haremos con todas las consecuencias. Que las relaciones son complicadas, difíciles y costosas, eso lo sabemos por experiencia, pero esas aventuras locas, en las que te dejas llevar, sabiendo de antemano como acabarán y aún así decides ir a por todas, esas aventuras que te giran del revés son por las que merece la pena estrellarse, al fin de cuentas las cicatrices también son decorativas, y cuentan historias.

   Hoy eres mi historia, y mañana se que serás mi cicatriz, y aún así lo único que quiero es volver a tener tu olor en cada centímetro de mi piel…

Annie

Mayo ’16

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     Leí en algún sitio, a alguno de estos poetas o escritores que aparecemos a diario en internet, como cuando florecen las rosas en primavera, así nos sucede a nosotros, ..Nuevos aprendices de escritores, bueno, pues en uno de estos blogs, leí algo que decía que: «lo único cierto es aquello que te dice tu madre, antes de salir por la puerta.»

Pues bien, cuanto más pasa el tiempo, más convencida estoy de la sabiduría de cada una de nuestras madres, hace algún tiempo que le doy vuelta y vuelta a cada uno de mis errores. Los hay, que con el tiempo se han convertido en aciertos y esos, ya no me quitan el sueño, pero existen esas equivocaciones de las que cada día soy más consciente.

Cada día me siento más orgullosa de mis padres, de los dos, porque sé, que como padres lo dieron y lo siguen dando todo, pero con mi madre tengo ese sentimiento encontrado de haberme equivocado en mis elecciones, en mis decisiones o más bien en mis reacciones desmedidas, esta maldita visceralidad mía, que a veces no me deja pensar..  Y piensas y piensas, y con los años, con el paso del tempo aprendes a dudar de todo, a despreciar las verdades universales, que ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos, que nos movemos por instintos y necesidades y que cuando eres madre juegas en otra liga y comprendes…, comprendes, que los errores son más comunes de lo que piensas, que hacer las cosas bien o no, es cuestión del cristal de quién lo mira, que perdonar es primordial, que existen las segundas oportunidades, que lo de poner la otra mejilla, no es un mito, es verídico y que todo se soluciona menos la muerte.  Cuando ésta llega todo acaba, ni errores ni aciertos ni perdones ni odios, ni nada, fin a todo. 

Que cada una de las palabras escuchas por boca de tu madre, son la biblia para ti, porque es tu madre y porque la experiencia siempre será un grado. 

Mi biblia particular reza, que no tenga prisa por nada, que si algo está de pasar pasará, y no es cuestión de dejar la vida en manos del azahar  y sentarme a esperar que algo pase, pero he comprendido después de mucho, muchos, muuuucchos errores y otras tantas decepciones, que hay que dejar un margen de espacio en el tiempo para que las cosas sean, sin perder la ilusión de vivir el día a  día , que al fin y al cabo las pequeñeces diarias, los pequeños momentos, son los que rellenan las hojas de nuestros libros privados.

Y quizás, no todos estemos en el punto que nos imaginábamos, porque esperábamos más de nosotros mismos, pero las páginas de este libro aún están por escribir, que el límite es el cielo, y hasta que ahí lleguemos nos concentraremos e escribir, borrar, reescribir y perdonar, y nunca, nunca olvidar lo que te dice tu madre antes de salir por la puerta, que yo, ahora no tengo prisa por nada, ni intención de esperar eternamente, que los sueños son mi motor , la vida es muy corta y la felicidad escurridiza.

29 febreo ´16

Annie

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«El tiempo es la distancia más larga entre dos lugares.»

Realmente así es, sol, verde, calor, amarillo, viento suave, marrón, frío, azul. Son los colores que junto con las estaciones, forman el transcurso de un año. Así de fácil pasa un año, la distancia más larga entre dos lugares entre lo que fuiste y lo que eres.

Y aquí estamos, enlazando palabras y descartando sonrisas, cerrando las puertas a nuevas sensaciones, que es la forma mas sencilla de evitar sentir. Y aquí estamos, embarcándonos en pruebas y errores, como si el amor fuera una forma química que se pudiese ensayar en probetas atendiendo a unas leyes físicas, que  rehusan ser demostradas. Y aquí estamos, contando los días, esperando que algo maravilloso suceda, porque por activa y pasiva nos hemos autoconvencido de que nos merecemos lo mejor, que después de la penitencia llega la recompensa…y créeme, la penitencia a sido dura, pero no me garantiza el cielo, porque lo único que pas mientras esperamos es el tiempo, y con él las cosas buenas que no apreciamos, porque estamos esperando una fiesta a bombo y platillo.

Pero…., ¿Por que conformarnos con cosas pequeñas? ¿ Por que no podemos aspirar a lo mejor de lo excelente? ¿ Por que ?… Miedo, miedo al que dirán, porque si piensas en ti eres egoísta, y si piensas en los demás ere Santa Teresa de Calcuta, pero te pisan. Aquí es cuando llegamos a la conclusión , de que hagas lo que hagas, serás juzgado, y resumiendo, si te van a juzgar y condenar démosles bases para ello. Al fin y al cabo todo es publicidad.

Particularmente, he aprendido, lo primero que con los daños, no, no nó, no aprendemos, que lo que nos hace sabios es el tiempo. Con el tiempo aprendemos a distinguir a las personas, lo que nos conviene, lo que nos hace daño, lo que nos desestabiliza, que para mi es lo peor de lo peor, y con el tiempo, sobre todo, aprendemos a buscar una y mil veces, los lugares que nos trasmiten paz, a las personas que nos dan tranquilidad, aprendemos que el valor de la tranquilidad, no tiene precio.

 

 

annita.

febrero ´16

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Tengo un tarrito en mi armario en el que guardo mucha nostalgia, mucha morriña y un montón de recuerdos de esos que te sacan una sonrisa, de esas tristes que te compungen el corazón. Y hay lunes que te da por abrirlos, y te pones a llorar, será esta sensiblería que me acompaña desde el día que nací… Y ves una foto de esa ciudad que tanto adoras y tanto, tanto, tanto echas de menos, que añoras y extrañas a cada minuto un poquito más.

Te invaden esos recuerdos de infancia, de una infancia estupenda y maravillosa, de esos veinte-treinta centímetros de nieve, que en las mañanas de enero te hacían feliz, porque significaba que ese día no habría cole, de los charcos helados y adentrarse en ellos para patinar, aún a riesgo de que se resquebrajase, te empapases y tu madre te calentase con un buén sopapón. De Leandro y su eterno pijama bajo la ropa, para mantenerse calentito, de nueve niños en un coche, cuando algún padre nos recogía a la salida… Invierno frío, helador y estrellado, eso es lo que recuerdo de mi pueblo, de mi infancia, de mi niñez.

La Plaza Mayor de Valencia, a mi abuelo, a mi abuelito, al que llevo en mi corazón, una de las personas más importante de mi vida, los bocatas de tortilla de mi abuela, los juegos a príncipes y princesas bajo los soportales de Muñoz, los veranos en la playa, el mar de la ría desde el balcón de Vigo, los días de lonja con el abuelo, los 25 de Xulio en Santiago de Compostela, Pontevedra y ese olor a eucalipto y salitre que tiene y que es inolvidable..y así la niñez se fue y me quedé con todos esos recuerdos que vuelvo a guardar. Y me quedé unida a ese pueblo, que es tan bonito Valencia y a todos esos años de instituto y adolescencia, y esos no me ponen triste, ni me hacen llorar, esos me hacen sonreír, siempre con nostalgia, con mucha nostalgia..

Recuerdos que me dicen quién soy.

febrero 2016

Annie

   

   Y nunca una expresión hizo tanta justicia, y nunca un refrán más certero, y nunca una decepciòn importò tanto o tan poco.
Sumamos y seguimos una decepciòn tras otra, un desencanto tras otro, sin importarnos, o eso hacemos parecer. Porqué, nos hemos acostumbrado y hemos asumido fracaso tras fracaso, que nos fallasen, hemos situado el listòn tan alto, que todo lo que esté por debajo nos decepciona de esntrada, sin dar una oportunidad a nada ni a nadie. 

Somos realistas y sabemos que todos nos fallan, nos defraudan o nos decepcionan en algun momento, por eso no esperanos gran cosa de nada, ni de nadie. A veces somos incapaces de ver las cosas buenas, porque centrarse en los pequeños errores es la excusa perfecta para no continuar adelante con nada. Porque una pequeña decepciòn escuece un poquito, pero ya, se pierde en la mente y en el tiempo, pero de un fracaso…, de otro fracaso..¿ còmo podemos volver a afrontar un nuevo fracaso?.. No somos de acero, a pesar de nuestras corazas, no somos invencible, no somos inmortales, somos seres humanos, y somos conformistas, por eso siempre optaremos por una pequeña decepciòn que sumar , hemos acumulado tantas por el camino, que importa una más..

Noviembre 2015

nita.-

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 Existen heridas, que estás convencida de que nunca sanarán, que siempre sangrarán y dolerán, pero no es así y te das cuenta de ello y lo compruebas sin querer -por uno de esos extraños azahares de la vida- y te ves de frente con esa persona con la que un día compartiste lo mejor y lo peor de ti misma, y evitas mirar, porque te sientes incómoda, y tus pies te dicen que corras, que huyas, pero mira tu por donde, que no lo haces, que dignamente miras al frente y continuas andando plácidamente, y no lo haces por prepotencia, ni soberbia, ni superioridad, no nó, lo haces porque simplemente , es lo que llevas haciendo durante todos estos meses, en los que has vuelto a caminar sola, eso es lo que haces, caminar, sin más.

Y si albergabas algunas dudadas, o alguna incertidumbre, en tu corazón, se disipan, ves, sabes y sientes que hace tiempo que pusiste ese punto final a una etapa un poco obscura de tu vida, y todo acaba cuando el corazón ya no tiene nada más que decir.

  No existe mejor medicina, que enfrentar tus miedos cara a cara, y descifrar sentimientos, «dejar de recordar recuerdos», y permitir que ocupen el lugar que les corresponde en la mente y en el tiempo, porque ya no hay resentimiento, ni dolor, ni reproches, por lo visto ya ni miedo a verlo existe, no existe nada, sólo recuerdos, y los recuerdos con el tiempo se pierden en la memoria. 

   Este es el momento de estar tranquila, de invertir mis energías en mi, y en lo que pueda venir, en disfrutar de mis cafés, sola o en compañía, de no detenerme y continuar caminando, como lo he venido haciendo hasta ahora, pasito a paso, poquito a poco. 

«Que estás aquí – que existe la vida y la identidad,

Que prosigue el poderoso drama, y que puedes contribuir con un verso»

Walt Whitman.